Los primeros días de vida de tu bebé son irrepetibles y están llenos de magia. Una sesión de recién nacido permite capturar esos momentos únicos, pero una buena preparación marcará la diferencia. Aquí tienes una guía completa para que todo salga perfecto:
1. Escoge el momento adecuado:
Las sesiones de recién nacido se realizan idealmente entre los 5 y 15 días de vida. En este periodo, los bebés tienden a dormir más y su postura aún recuerda a la posición fetal, lo que permite fotos más tiernas y naturales.
2. Prepara la alimentación:
Es importante que el bebé esté alimentado antes de la sesión. Un bebé bien alimentado estará más relajado y será más fácil colocarlo en las poses. Si das lactancia o biberón, asegúrate de llevar suficiente para la duración de la sesión.
3. Elige ropa fácil de quitar:
Para evitar molestias, viste a tu bebé con ropa suave y fácil de quitar. De esta forma, los cambios de vestuario serán más rápidos y el bebé no se despertará con facilidad.
4. Mantén un ambiente cálido:
La temperatura del lugar debe ser agradable, especialmente si vamos a hacer fotos donde el bebé esté descubierto. En mi estudio, siempre cuido que el espacio esté a la temperatura ideal para su comodidad.
5. Sé paciente:
Cada bebé es único, y las sesiones deben adaptarse a su ritmo. Habrá pausas para alimentarlo, consolarlo o simplemente dejarlo descansar. Lo importante es que el ambiente sea relajado y sin prisas.
Con estos consejos, estoy segura de que la sesión será un éxito y tendrás recuerdos maravillosos de los primeros días de tu bebé.