Posar frente a una cámara puede parecer intimidante, especialmente si no estás acostumbrada, pero no te preocupes, ¡es más fácil de lo que crees! Aquí te comparto algunos consejos para sentirte relajada y sacar tu mejor versión:
1. Relájate y respira:
La clave para una buena pose es la naturalidad. Antes de comenzar, respira profundo y relaja los hombros. Si te sientes rígida, se reflejará en las fotos.
2. Practica frente al espejo:
Tómate un momento para identificar cuáles son tus mejores ángulos. Gira ligeramente el rostro o el cuerpo y observa cómo cambia tu apariencia. Esto te dará más confianza al momento de la sesión.
3. Usa tu cuerpo:
Evita las poses completamente rectas. Dobla ligeramente los brazos, apoya tu peso en una pierna o inclina un poco la cabeza. Estos pequeños ajustes dan dinamismo y elegancia a las fotos.
4. No te olvides de las manos:
Las manos pueden ser complicadas al posar, pero la clave es mantenerlas relajadas. Puedes colocarlas en los bolsillos, sujetar un accesorio o simplemente dejarlas caer suavemente a los costados.
5. Confía en el fotógrafo:
Recuerda que estaré ahí para guiarte durante toda la sesión. Si algo no está funcionando, ajustaré la pose para que luzcas lo mejor posible. Mi objetivo es que disfrutes de la experiencia y te sientas cómoda en todo momento.
Con estos consejos, no solo te sentirás más segura frente a la cámara, sino que también disfrutarás del proceso y obtendrás fotos increíbles.